El mundo se hizo una imagen de ti, cuando ni siquiera sabías quien eras. Entonces, lo averiguas. Empiezas a a dar pasos en falso. Ya no te gustan las mismas cosas, ya no deseas hacer eso que se suponía ibas a hacer. No eres lo que fuiste, eres y ya está.
El mundo se vuelca en contra de ti. Cambiaste, él no te conocía. Nunca te preguntó qué sentías, nunca te vio llorar, nunca estuvo ahí cuando te pasó eso que te hizo cambiar, solo supuso. Entendió que aquella imagen que se hizo de ti debía ser cierta, porque tú, entonces, también lo creías así, pero ya no, ya no crees en ello. Te importa, muy poco, lo que el mundo piense.
Marifa