Pensamientos de una noche en la que perdí el sueño

La última vez que regalé versos a quien no lo merecía salí lastimada, por eso me cuesta escribirle, aunque ya le esté sintiendo demasiado pronto.

Y que conste que no fui víctima, sufría del Síndrome de Estocolmo.

Tal vez estoy durmiendo con un extraño que conozco.

Ay Dios mio…

Dime porque tengo celos de gente que ni ha visto, de chicas con sonrisa y cabello bonito,

Ay Dios mío…

¿Lo sentirá?

Ay Dios mío…

Le estoy creyendo, aunque no le crea.

Ay Dios mío…

Estoy durmiendo con un extraño, que tal vez no sepa quien es.

¿Cuándo es demasiado pronto?

De seguro le ha pasado con otras, de seguro les ha dicho lo mismo

Ay Dios mío…

Es una etapa… que se alarga. La comodidad me traiciona…

Ay Dios mío…

Puede que me llegue a ilusionar…

Ay Dios mío… es que a su lado siento que hay mucho más…

Marifa

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s


A %d blogueros les gusta esto: