Si me dieran a escoger entre tus ojos y el dulce de leche, escogería tus ojos, y créeme que es de los mayores halagos que podrían hacerte, porque ¿Acaso has probado el dulce de leche? Ese mismo placer inunda mi pecho cada que por un segundo tropiezo con tu mirada.
Bonito accidente que no empalaga y alegra mi día.
Bonitas las vibraciones. El saboreo. La «seguidilla.»
Bonita la poesía que sale de una simple comparación, que no es tan simple, porque aunque el dulce de leche común sea, ¿las sensaciones que provoca? Pues, son una cosa, pero una cosa que no tiene igual…
Ojalá todos pudiera encontrar el dulce de leche de su vida.
De las mejores cosas que te podrían desear.
Marifa