“Quédate en casa”, dicen, “no salgas”, pero, ¿qué pasa con los que tienen que hacerlo?, con los que nunca volverán, a ellos, ¿Cómo los cuidamos?
El optimismo nos mantiene vivos, la realidad nos hace humanos, y aunque nos pese aceptarlo, estábamos demasiado centrados en nosotros mismos, para percibir lo que pasaba a nuestro alrededor.
Trabajo primero, estudios después, salidas con amigos los fines de semana ¿Familia? Cuando se pudiera. Ahora estamos en cuarentena y la certeza nos cae en la cara: ¡Cuánta vida se nos estaba yendo en cosas que no valen la pena!
Las catástrofes las sufríamos, de manera pasiva. “Es lamentable”, decíamos, “da pena”, sí, pero de lejitos. Ahora nos vemos todos afectados. Desde los más chaparros hasta los más grandecitos. Ni los miles de millones del más poderoso empresario ha podido frenar lo que por desgracia se ha desencadenado. Gracias les debemos a los médicos y personal de apoyo de los hospitales. Los verdaderos héroes de esta historia, que aún no acaba.
Definitivamente hay cosas más importantes, momentos más importantes, la 𝐆𝐄𝐍𝐓𝐄 es lo importante. Tuvo que venir un Virus a enseñárnoslo, quiera Dios que le hagamos caso.
Marifa
Pintura: «-«, de Cándido Bidó.