¿Qué sería de este país sin su Dios? Ese Dios en quien creemos,
¿Cómo levantar el vuelo con las alas tan gastadas?
Vecina, “Dios nos da la fuerza”, hermano, “Dios así lo quiso”,
y nosotros ¿Qué queremos?, “Fe” ¿Pa´ qué sirve lo otro?
Si demasiado pensamos, demasiado nos duele,
si demasiado sabemos, demasiado nos pesa.
Vamo’ a bebernos una cerveza, mejor dos, “como Dios manda”
¿Y mañana? “Dios dirá”, “hoy solo sé que no sé nada”,
pero no hay nada en la mesa, pero no hay luz en la casa,
tranquilo amigo, todo pasa, “Dios no abandona a sus hijos”.
Y así los hijos se levantan, al despertar el alba,
con la sonrisa iluminándole el paso, porque “hoy será diferente’’,
¿A quién madruga? “Dios le ayuda’’,
¿Y Quién ayuda? “Será compensado’’,
¿Cómo estamos? Bien, “Gracias a Dios”,
¿Y si no creo en dios? Para ti también hay espacio,
¿Recuerdas el ‘’Dios te bendiga’’ que te dijo tu «Mami» cuando ibas de salida?,
El mismo que estuvo grabado en los vehículos de la avenida,
avenida en la que aguardan, los policías, el olor a café,
vendedores ambulantes, el chico y las burbujas que, jugueteando en el aire,
coquetean con el sol, y en total candor, se esfuman o se pierden,
no lo sé. No lo entiendo. Tú tampoco, pero el sí, él lo sabe.
Marifa
Pintura: «Maternidad» de Cándido Bidó.