¿Qué si estábamos al tanto del bochorno que iba a causar? Tal vez, ¿Nos importaba? Pues, fue difícil evitarlo.
Al momento en que los rayos hicieron contacto con mi piel, mis pupilas brotaron cual flores en verano, el sudor corrió como maratón de cuatrocientos metros planos. Algo me impulsó a abrir el instrumento creado para evitar acumular «exceso de luz», otro algo, pues, no quizo hacerlo, y en efecto, no lo hice.
Mi piel se tostó un poco. Detuve en medio de la avenida, quise mirar, me daba vergüenza, te escondiste. Quién se iba a imaginar que después de millones de años haciéndote el asombroso, ibas salirme tan tímido.
No tenía miedo, estaba más que complacida. Mi cuerpo exudaba placer, dulzura, trópico, gasolina. Una súbita llovizna me empapó completita. Quedé con ganas de más, pero ya no podías, el mundo nos descubrió.
Marifa
Una respuesta a “Romance de sol”
Amor de Sol,
lágrimas de lluvia.
Bendita locura,
que no siempre dura,
el tiempo que perdura.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona