Uno tiende a centrarse en cosas que no tienen mucho sentido, mi madre cada domingo cambia las cortinas de la casa, se queja por el sucio que había sido limpiado el sábado, pero no, también hay que limpiar domingo, porque sí, porque está sucio.
Uno tiende a dedicar tiempo a cosas que no valen la pena, dos horas corriendo fotos en Instagram, porque es lo que está de moda, es un mundo inventado, pero no, es real, pero sí vale la pena.
Uno tiende a buscar cosas donde no las hay, el chico de la esquina me acaba de picar un ojo, es un acosador, me he sentido incómoda, tiene que ser un psicópata, pero no, no soy la única, pero sí, es importante.
Uno tiende a olvidar a las personas, esa señora necesita que la ayuden a cruzar la calle, injustos los vehículos, injustos los transeúntes, no es mi problema, pero sí, sí me da pena, pero no, no es mi problema.
Uno tiende a sobreponer el uno sobre el otro, primero yo, segundo yo, y tercero yo, nacimos para vivir en comunidad, para coexistir, pero no, primero yo, pero sí, necesito al otro.
Marifa
Pintura: «Yo y la gente de mi barrio», Mercedes Zubillaga.