La madurez quita a las cosas un tanto de magia para vestirles de realidad, una sonrisa no siempre mejora todo, que te haya llamado la atención es una cosa, que te guste, otra. De vez en cuando te romperán el corazón. Así como corre el río y termina en el mar, así como las aves reposan en el árbol indicado, así como las hojas caen en otoño, así cada quien un día su destino encontrará.  Nadie por más tristezas que haya sufrido nació para solo llorar, el objetivo del alma es encontrar la felicidad. Darle tiempo al tiempo es inteligente, oportunidades no te van a faltar, si un día estás abrumado, se vale alejarte de todo, ponerte a bailar. No, no es siempre no, sí no es siempre sí, a falta de seguridad está el tal vez. Preguntar dos veces la misma cosa no es de idiota, es de interesados, equivocarnos nos vuelve humanos. Jugar como niños tampoco es símbolo de idiotez, más bien de humildad. Hay amor en todos loados, en cualquier tamaño,  para todos el mundo, solo hay que dejarlo llegar.

Marifa

Pintura: «Abrazos» de Peter weber.