Digamos que sí, caí de nuevo, lo admito. Se repiten los síntomas, hay menos dolor por la experiencia previa. Esa constante universal que trae nerviosismo espontáneo, sudoración excesiva, miedo al fracaso, cobardía e insomnio. Así como lo lee, así como lo siento y lo sufro, mas no haré caso. Seguiré caminando porque honestamente mi cerebro está al borde del colapso.
Hay cosas que organizar, hay heridas por sanar. Tengo la mirada nublada, necesito limpia vidrios. Me hace falta estar sola. Conocerme más, escucharme más, entenderme más. Así que digo no. Sí corazón, por primera vez en toda mi vida tomo las riendas. Declino tu oferta.
Marifa