Tengo ese enorme deseo de llegar a ser, pero si no es contigo poco interesa. Dicen que nacemos solos, me niego a creerlo. Mucho antes de que las partículas del universo se confabularan para formar el planeta tierra, ya estabas conmigo. Ya estabas aquí.
Tu sonrisa adorna el firmamento, cuando las noches se libran de tener que luchar contra las nubes del humo seco. Tus ojos, como las luciérnagas, alumbran el camino sombrío hasta el fondo del no se qué, eso me encanta, eso me aturde, eso me quita la sed.
Marifa