No tienes que sonreír si no te nace.
No tienes que saludar solo por cortesía.
No tienes que escribir de lo que te disgusta.
No tienes que escuchar esa música por moda.
No tienes que leer los libros que carezcan de sentido.
No tienes que desesperarte si aún no ha llegado.
No tienes que caerles bien.
No tienes que mentir solo por agradar.
No tienes que escuchar, solo por escuchar.
No, no tienes que complacerles por aceptación.
No tienes que transformarte para tener más amigos.
Lo único que te vale al final es tu verdad,
mostrarles a todos lo que eres en realidad.
Hacer un esfuerzo por quienes
lo merecen, es válido.
Renunciar a tus principios
por unos desconsiderados,
es inaceptable.
Marifa