Ay! Compré el boleto a tu oído,
por donde llego más
rápido a la llanura
de tus sentidos.
Ay! El vuelo sale a las seis,
madrugaré con gusto
por ver sentir el paisaje
a través de tu piel.
Ay! Este viaje podría
costarnos la vida,
pero la misma
no tiene alma si
no la tengo contigo.
Ay! Si no llegamos
no importa, porque habré
caído en el mar de la
felicidad perpetua,
donde el tiempo corre
mientras empuja
nuestros cuerpos
hacia la arena.
Marifa