¿Les digo algo?, no soy perfecta. He cometido tantas faltas, tantas veces, que no se como aún confió en mí misma.
Dudo demasiado de todo. Pienso las cosas suputocientas veces antes de hacerlas y aveces no razono. Sí, así de loco y contradictorio. Se me olvidan las cosas con facilidad. Me distraigo hasta con un mosquito, tiendo a descuidarme con muchas cosas y a volverme un tanto vaga.
Gracias a Dios que tengo ese don de resolución de conflictos, porque de no ser así, no sabría que sería de mi.
Creo que el hecho de reconocer las debilidades es una fortaleza, nos ayuda a cambiar. Las justificaciones son piedrecillas del camino. Hay que evitarlas para crecer, para llegar a la sabiduría.
Ojalá algún día llegar a alcanzarla.
Marifa